¿Practicar yoga se considera como rutina de ejercicio?

La práctica de asanas, como conocemos en occidente a las clases de yoga, se pensó para que los monjes en India recuperasen la salud física. Esto sucedió hace más de 5 mil años, cuando los ascetas —que se dedicaban sólo a meditar en la selva y las montañas— empezaban a tener malestares en las articulaciones y en el sistema digestivo por permanecer inmóviles durante horas. Por ensimismarse en el viaje hacia el interior, les hacía falta movimiento en el cuerpo.

Fue así como, milenios atrás, los monjes al norte de la India empezaron a desarrollar un sistema que les permitiera recuperar la fuerza física y la movilidad. Originalmente, empezaron con 12 posturas básicas, que se conservan en la práctica de asanas —o posturas de yoga— hasta la actualidad. De hecho, asana se traduce literalmente como ‘postura cómoda’.

Con la práctica constante, los ascetas indios se dieron cuenta de que sostener una postura durante algunos minutos no sólo les traía un estado de calma y estabilidad físico. Por el contrario, también contribuía a cultivar la calma mental que ya trabajaban en sus largas jornadas de meditación. Visto así, se ambas actividades se complementaban.

La práctica de asanas es sólo una de las ramas de la filosofía del yoga. Conocida tradicionalmente como Ashtang Yog —o las 8 costillas del yoga—, son los 8 caminos que los seres humanos debemos de cruzar para alcanzar la Iluminación. El sabio indio Maharishi Pantañjali reunió estos principios en un mismo compendio, conocido como los Yoga Sutras, hacia el siglo III a.C. Si se atraviesan estos caminos adecuadamente, el practicante podrá alcanzar el esado de Samadhi: el encuentro absoluto con el Ser, o nuestra verdadera esencia. O eso creían los monjes, miles de años atrás, al norte de la India. 

Entonces, sí: la práctica de asanas, en un sentido estricto, es una rutina de ejercicio físico, que alimenta la calma interior. El mejor ejemplo de ello es el Surya Namaskar, o saludo al sol: 12 posturas que se repiten en una secuencia definida, diseñada exclusivamente para calentar el cuerpo. Por ello, diversos maestros comienzan la clase con esta serie de posturas.

Si bien es cierto que el yoga es un camino espiritual, no lo es todo: también contempla el plano terrenal, físico, porque considera que los seres humanos somos seres holísticos. Todo debe de estar en equilibrio. Y ese mismo principio se conserva hasta nuestros días.

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Por: Andrea Fischer

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Andrea Fischer realizó su certificación de 200h en la sede holandesa Arhanta Yoga Ashrams. Con más de 10 años de práctica personal, fundó Bodai Yoga (@bodaiyoga): un estudio boutique en la CDMX, en enero de 2022. Desde entonces, el espacio es partner de Fitpass. Ha sido editora de National Geographic en Español, Muy Interesante México, y colabora para distintos medios globales.

 

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